Ya llega una nueva década en mi bonita vida. Ya llevo por estos senderos 4 décadas aprendiendo, viviendo, riendo, llorando, valorando, perdiendo, ganando, viendo... Hoy soy agradecida de todo lo vivido, de todas y cada una de las maravillosas vivencias que he tenido la oportunidad de respirar. No importa si han sido positivas, negativas, lindas, feas, alegres, tristes, dolorosas... todas las valoro y las aprecio como uno de mis más íntimos y valiosos tesoros. Gracias a ellas me siento bien plena con mis convicciones y valores, segura de mí misma como nunca antes. Me siento una mujer hecha y derecha y con mis largos pies bien plantados y afincados en el suelo. Me siento jóven, enérgica, saludable, llena de amor y muchas cosas más. Pensándolo bien, creo que no hay mejor edad que ésta de los 40. Sigues siendo jóven, pero tienes algo que los más jóvenes no tienen, la experiencia, ahhhh!! la bendita experiencia, el instinto agudizado en su máxima potencia. A través de esa magnífica experiencia adquirida tengo bien claras cuales son las verdaderas prioridades en mi vida. No estoy confundida y sé lo que quiero a cada instante. Estoy más clara que un manantial de agua purificada. Ya no siento que necesito la aprobación de los demás, con la mía basta. Imponente, verdad?? ahora me propongo seguir evolucionando, aprendiendo y viviendo a plenitud cada día, cada hora, cada minuto, quiero hacer que cada minuto cuente... Bienvenidos 40!
