viernes, 6 de agosto de 2010

Mujer, Esposa, Madre, Comerciante, Administradora, Ama de Casa, y un Sin Fín de Cosas más...

Ok, basta ya de tanto romántisismo y tanto cuento de hadas. Vamos al cacao de lo que es estar casada, ser madre y todo lo que eso conlleva. Que mujer casada, con hijos, profesional, ama de casa, lavandera, cocinera, sexy y fabulosa no ha estado a punto de la locura y con deseos incontrolables de salir corriendo y volver a la vida de antes?? Aquella vida en la que solo te ocupabas de hacer lo que querias cuando querías, la época donde había tiempo para pensar, pasar los dias en la playa, las noches en los bares y clubs con amigos y mucha diversión. La única responsabilidad era la de continuar con vida, ayudar a tus amigos y padres y mantener un trabajo que te supliera tus necesidades básicas. Que dicha! Y ahora te preguntas que rayos pasó?? Dónde quedó aquella chica que necesitaba muy poco para estar felíz?? La extraño, la quiero a mi lado y respirando dentro de mí. Creo que la encontré hace un par de noches atrás. Y meditando en nuestro felíz encuentro llegamos al acuerdo de que realmente no puedo salir corriendo de donde estoy, pero si ella puede vivir en mí y ayudarme a recapturar mi espíritu libre y aventurero en el lugar dónde me encuentro ahora. Muchas piezas son las que tengo que ajustar para que mis adentros se liberen de tantas cadenas, obstrucciones y peldaños que entorpecen mi visibilidad al horizonte. Me complico tanto. Por qué?? Pero no voy a entrar a contestar esa pregunta por que la chica que vivía dentro de mí me dice que ella sería la que saldría corriendo sin vuelta atrás. Entonces, ya que nos volvimos a encontrar hemos hecho un acuerdo, un pacto: No voy a contradecirle nada, sólo la escucharé y obedeceré cada una de las directrices dadas. Eso es lo más simple. Para que tantas explicaciones, no sirven de nada, son sólo argumentos, pensamientos, que a la larga nada alentador componen en mi aventuroso porvenir. Sólo me llevarían hacia atrás, hacia esa parte de mí que me hace sentir molesta, frustrada e insatisfecha. Solo quiero reír, no temer, atreverme, experimentar, vivir cada instante a pura conciencia. Eso es exactamente lo que quiero. Quiero respirar profundo y sentirme plena, plena de mí misma, plena de mi amor, de mi alegría y de mi entorno.
Es muy bonito verlo de esta forma, regresar a mí misma, la forma de vida adulta te seca, te marchita, te quiere sacar de carrera, pero yo nosotras no lo vamos a permitir. Mi yo, mi ser, mi alma y mi espiritú somos una unidad, estamos muy arraigados los unos de los otros y aquí no entra más nadie. Fuera la sociedad y todas sus patrañas. Que me importa la barriga que mi embarazo me ha dejado, por que aunque todos me digan lo espectacular que me veo, yo se que mi cintura no es la misma. No sólo la cintura, mi cara no es la misma, tengo más arrugas, sí, muchas arrugas alrededor de los ojos y de la boca. Sé que es así, todos los días me veo en el espejo y se cuál es la realidad aunque muchos me digan que estoy igualita que hace 20 años atrás. Mis amados amigos, el tiempo no pasa en vano. No es fácil haber sido bella, energética, vibrante, alegre y felíz y de pronto mirarte en el espejo y ver que la vejez poco a poco está llegando. La belleza no es la misma, la lozanía se ha perdido, el cuerpo se cansa más y vives la experiencia de darte cuenta que no serás joven para siempre. Siempre he sido la más natural, vivaracha, alegre, pero muy responsable. Siempre me he ejercitado y alimentado saludablemente, es parte de mi vida. Me gusta hacerlo bien, hacerle bien a mi cuerpo, es el caparazón de mi alma y espíritu. Estas piernas han corrido bastante y sin cargos de concienca. Lo he pasado muy bien, pero los últimos años han sido cansones y agotadores. Y en éstos últimos días solo quiero hacer ejercicios y descansar. Me gustaría mucho no tener más nada que hacer por un tiempo, pero no es mi realidad. Si me detengo todo se desmorona. Ellos me necesitan aunque todos sabemos que nadie es indispensable, me siento responsable. Tengo que seguir trabajando, produciendo dinero, recogiendo juguetes, cocinando, fregando, lavando, limpiando... en fín las tareas nunca terminan. Tengo que seguir y hayar la alegría en cada cosa que hago por mas fastidiosa que pueda parecer. Soy mujer, esposa, madre, profesional, lavandera, cocinera y todo lo demás que aparezca, pero tengo salud, tengo una familia maravillosa, tengo un buen trabajo, tengo la casa de mis sueños, tengo el mar cerca y tengo oxígeno. Que mas puedo pedir?? Son las trampas que te tiende la vida en ésta sociedad. Buscamos la felicidad en todo lo externo cuando realmente solo puede salir del interior. Sólo nos preocupamos por tener cosas, apariencias, relaciones, experiencias, cierto tipos de vida, status... y al final que nos dan? Nada muy profundo. Tanto trabajar, tanto empeño en sobresalir, ser eficiente y capaz y un buen día me veo en el espejo y me pregunto, dónde quedaron mis sueños? Todos esos lugares que dije durante mis veintes que visitaría; Tibet, Nepal, Bali, India, Francia, Nueva Zelandia?? No quedarán en el olvido y no serán sólo un sueño, yo volaré a todos éstos lugares y muchos más antes de que ande con un bastón. Lo viviré y respiraré y no te extrañe que en uno de ellos me quede a vivir parte de mi vida.
Ahora dedico tiempo en alimentar el espíritu, a enfocarme en encontrar el camino que me lleve a Dios, al amor, la comprensión, el entendimiento, la inteligencia humana y la divina. Vagabundeo por las sendas elevadas de mi más allá. A ver que encuentro!

1 comentario: